Hace exactamente un cuarto de siglo, Michael Schumacher se robó el espectáculo en el Circuito de Zandvoort durante los famosos Marlboro Masters de la época. El múltiple campeón del mundo ofreció una demostración impresionante con un Ferrari V10, incluyendo donuts en la recta larga. Esto emocionó a más de 100.000 espectadores, incluyéndome a mí como joven reportero deportivo. Los tapones para los oídos eran parte del equipo estándar para una visita al circuito y ese día fueron absolutamente necesarios. Son hermosos recuerdos de tiempos pasados…
En aquel entonces, ni siquiera se soñaba con un GP en su propio país. Era impensable. Pero los tiempos cambian. La Fórmula 1 apenas se parece a lo que era y el nuevo rey del deporte es Max Verstappen, a pesar de que está teniendo una temporada difícil. Sin embargo, hay una constante: el nombre de Schumacher todavía se escucha en el paddock.
Cuando se habla de Michael Schumacher, siempre es con respeto e interés por su estado de salud. Sin embargo, cuando se trata de su hijo Mick, el sentimiento es diferente. Incluso está empezando a ser un poco triste.
Esperando una nueva oportunidad
En el año 2025, incluso la semana pasada durante la penúltima edición del GP de Holanda en Zandvoort, el nombre de Mick Schumacher circula con frecuencia en el paddock. El alemán ha estado tratando durante años de conseguir una nueva oportunidad en la Fórmula 1, después de su fallida aventura con Haas, que una vez fue el patio de recreo de su padre. Su nombre ha sido mencionado en los últimos doce meses en Mercedes, Audi, Alpine, Williams y Cadillac. Pero en ningún lugar ha tenido suerte. Simplemente porque no es lo suficientemente bueno.
Padres e hijos, hay muchos ejemplos hermosos (y recientes). También en los Países Bajos. Yep y Sven Kramer, Erben y Joep Wennemars, Adrie y Mathieu van der Poel, Mark y Ruben van Bommel, Tom y Rocco Coronel y, por supuesto, Jos y Max Verstappen. Pero resulta que el talento no siempre es heredado…¿Cómo lo dijo Günther Steiner, su antiguo jefe de equipo en Haas? ‘Mick es tan jodidamente lento que no necesita frenos’. Es bien sabido que a Steiner le falta empatía y cualquier sentido de diplomacia, pero no se le puede negar su conocimiento del deporte.
Aún con dolor de cabeza
En Haas, Schumacher fue evaluado en 2021 y 2022 y se le encontró insuficiente. Muy insuficiente. Tuvo significativamente más accidentes que puntos en el Campeonato Mundial. De hecho, según varias listas, causó daños por más de seis millones de euros en dos años, más que cualquier otro piloto. El propietario del equipo, Gene Haas, todavía tiene dolor de cabeza solo de pensarlo.
Y aún así, por extraño que parezca, el nombre de Mick Schumacher sigue apareciendo cada vez que hay un asiento vacante en algún lugar. Un apellido conocido y algunos amigos en posiciones importantes abren una puerta una y otra vez. Pero al examinarlo más de cerca, esa puerta se cierra de golpe cada vez. Y eso es algo bueno. El mundo de la Fórmula 1 guarda cálidos recuerdos de Michael Schumacher y el V10, pero Mick Schumacher no tiene nada que hacer allí como piloto. ¿Un regreso? A pesar de un fuerte lobby y un apellido de primadonna, la Fórmula 1 pisa el freno a fondo. Son las leyes implacables del deporte de alto nivel.
Ah, sí, volviendo a 2000. En el marco de datos inútiles pero divertidos: los Marlboro Masters of Formula 3 en Zandvoort fueron ganados en aquel entonces por Jonathan Cochet. ¿Quién lo recuerda? ¿Habría sido mucho menos talentoso que Mick Schumacher?
