El CEO de McLaren, Zak Brown, exige que se tomen medidas contra Red Bull. El equipo austriaco estuvo bajo fuego en la previa del GP en Austin. Se alegaba que una función en el RB20 estaba en contra de las regulaciones. Resultó ser una tormenta en un vaso de agua; Red Bull modificó el auto y no fue sancionado. Sin embargo, Brown espera que haya ‘consecuencias’.
Se decía que Red Bull tenía una función en el auto que permitía ajustar la altura de conducción del llamado bib entre las calificaciones y las carreras. Esto se refiere a la parte delantera del piso del auto. Entre estas sesiones, las reglas del parc fermé son estrictas: el uso de tal función estaría estrictamente prohibido. La FIA dictaminó que la pieza debía ser modificada, pero Red Bull no recibió ninguna sanción adicional.
Zak Brown no se queda de brazos cruzados. El CEO de McLaren, el mayor rival de Red Bull en el campeonato de constructores, insta a la FIA a investigar más a fondo el uso de esta supuesta función. Christian Horner se defendió diciendo que Brown sufre de ‘paranoia’, pero el estadounidense sigue metiéndose en la discusión sobre Red Bull.
‘Declaración jurada’
«Me gustaría que la dirección del equipo Red Bull, los antiguos jefes de mecánicos y los actuales mecánicos firmaran una declaración jurada en la que afirmen que nunca han utilizado esa controvertida pieza», dijo Brown al Daily Mail. «Después de todo, en el paddock se sugiere que sí lo han hecho. La única manera de descartarlo es mediante una declaración a la antigua usanza».
Además, Brown exige un castigo si se demuestra que se han violado las reglas. «Debe haber un elemento disuasorio», afirmó. «En el pasado, los equipos y los pilotos fueron descalificados de las carreras y los campeonatos. No estoy diciendo que Max Verstappen deba ser descalificado, pero si se han violado las reglas del parc fermé, debe haber una severa sanción. Ya sea que haya ocurrido una vez o durante tres años, debe haber consecuencias».
