«Estuve al borde de mi asiento en cada vuelta», comentó con cinismo Max Verstappen después del Gran Premio de Mónaco. El holandés no estaba impresionado en absoluto con el nuevo formato que se suponía que haría la carrera más emocionante. Inspirado por Mario Kart, propone, con una sonrisa, una alternativa para la carrera callejera.
Para hacer más emocionante el habitualmente aburrido desfile del Gran Premio de Mónaco, este año se introdujo una nueva regla: los pilotos debían hacer dos paradas en boxes. Sin embargo, el orden en la cabeza de la carrera permaneció inalterado: Max Verstappen terminó exactamente donde había comenzado, es decir, en el cuarto lugar, detrás de Lando Norris, Charles Leclerc y Oscar Piastri.
Lanzamiento de plátanos
Verstappen optó por una estrategia diferente. A diferencia de los tres pilotos que le precedían, que comenzaron con los neumáticos de compuesto medio, el holandés comenzó con los duros. Retrasó ambas paradas en boxes y no entró por segunda vez hasta la última vuelta. Con esto, apostaba por una situación de bandera roja, que podría haberle dado una parada «gratis». Sin embargo, la bandera roja no apareció, por lo que tuvo que ceder su liderazgo y finalmente se conformó con el cuarto lugar. «Ya sea que hagas una parada o diez: de todos modos no puedes correr realmente aquí, así que no importa lo que hagas», afirmó Verstappen a Sky Sports. «Incluso al final, cuando estaba liderando y mis neumáticos estaban completamente desgastados, nadie podía pasarme. Creo que con los actuales coches de Fórmula 1, apenas podrías adelantar a un coche de Fórmula 2».
El piloto de Red Bull entiende la idea detrás de la nueva regla. «Pero no creo que realmente haya funcionado. Casi parecía que estábamos jugando a Mario Kart o algo así, pero entonces tendríamos que añadir cosas extra a los coches. No sé, tal vez podríamos lanzar plátanos o algo así».
