Para el jefe de equipo de Mercedes, Toto Wolff, fue un ajuste no ver a su rival Christian Horner en el paddock. El británico tuvo que abandonar Red Bull justo después del GP de Gran Bretaña, y desde entonces, el austriaco ha tenido que pasar cada fin de semana de carrera sin su ‘gran enemigo’. «Es extraño caminar por el paddock sin Christian», admite Wolff.
La Fórmula 1 está en Zandvoort para el tercer Gran Premio desde 2005 sin Christian Horner como jefe de equipo de Red Bull. El británico fue despedido justo después de su carrera en casa en Silverstone. Para el jefe de equipo Toto Wolff, la ausencia de su rival fue un ajuste. «Christian me dijo: ‘¿Qué vas a hacer ahora, porque te encanta odiarme y ahora me he ido'», cuenta Wolff en Zandvoort. «Es un sentimiento agridulce. Por un lado, ha logrado mucho, fue uno de los jefes de equipo más exitosos en la F1. Definitivamente fue respetado en Milton Keynes (sede de Red Bull)».
«Pero por otro lado, a menudo no estábamos en la misma página», continúa el jefe de equipo de Mercedes. «Ha sido un gran enemigo todos estos años». ¿Extraña Wolff al ex jefe de equipo, aunque sea un poco? «Es extraño caminar por el circuito y Christian no está aquí. Laurent Mekies es mucho más pragmático, puedes hablar más con él a largo plazo».
El Bueno, el Malo y el Feo
Con la salida de Horner, Wolff y el jefe de equipo de Ferrari, Frédéric Vasseur, son los dos jefes de equipo más experimentados. «Cada película tiene un bueno, un malo y un feo», se refiere Wolff a la famosa película del Oeste. «Ahora que el malo se ha ido, solo Fred y yo quedamos. Fred solo tuvo que pensar un momento cuando le dije eso», bromea el austriaco.
