Para el organizador de la carrera en Austin, el fin de semana del Gran Premio resultó ser una broma costosa. La organización detrás del GP de Estados Unidos debe pagar una multa de medio millón de euros, después de que los fanáticos ingresaran al circuito durante la vuelta de enfriamiento de los corredores. La buena noticia es que el setenta por ciento del monto no tiene que estar en la cuenta de la FIA hasta finales de 2026.
Los dos Ferraris y Max Verstappen ni siquiera habían estacionado en su lugar designado para la ceremonia del podio, cuando los fanáticos presentes en el Circuito de las Américas ya estaban en la pista. Según los comisarios, «un gran grupo de espectadores, estimado en alrededor de doscientas personas, en la tribuna a lo largo de la recta de la calle de boxes, saltó una pequeña valla y cayó aproximadamente dos metros al suelo entre la tribuna y la valla para escombros de la pista.»
Autos aún en la pista
«Luego se arrastraron debajo de la valla de escombros y treparon sobre el muro a lo largo de la pista, aproximadamente un metro de altura, donde se reunieron en la recta», continúa la declaración oficial. «Todo esto sucedió mientras los autos participantes aún estaban en la pista para completar su vuelta de enfriamiento después de que se agitó la bandera de llegada.»
Fue la primera vez que ocurrió tal incidente en COTA. En parte debido a esto, la empresa no tiene que pagar la mayor parte de la multa hasta 2026. Sin embargo, no es la primera vez que el organizador de un Gran Premio recibe una reprimenda por no mantener el control sobre la multitud. A principios de este año, la organización detrás del Gran Premio de Canadá recibió una advertencia.
