Antes de su fin de semana de Fórmula 1 en Las Vegas, Max Verstappen y Yuki Tsunoda tuvieron la oportunidad de probar otros coches del grupo Honda. Interesado en la resistencia, el holandés dio algunas vueltas en LMDh, utilizado en IMSA, y el japonés se puso al volante de un Indycar.
Mientras que podría ser coronado campeón del mundo de Fórmula 1 por cuarta vez el domingo en Las Vegas, Max Verstappen se permitió una agradable distracción 300 km al sur de la ciudad del pecado. Para marcar la aproximación de sus entidades deportivas globales (basadas en Japón) y americanas, Honda organizó una gran reunión en el Thermal Race Track Club, un club (muy) privado con su inmensa pista que ya ha acogido una carrera, fuera del campeonato, de Indycar.
En cuanto a los pilotos, estaban los cuatro alineados en Fórmula 1 (Verstappen y Sergio Perez para Red Bull, Liam Lawson y Yuki Tsunoda para Racing Bulls), pero también pilotos de Indycar como el seis veces campeón Scott Dixon y el cuatro veces ganador de las 500 millas de Indianapolis Helio Castroneves, así como Logan Sargeant que estaba allí para una «verdadera» prueba y tratar de reconstruir un futuro después de haber sido despedido por Williams a principios de esta temporada.
En cuanto a los coches, estaba el Indycar de Alex Palou, campeón en título, así como el Acura GTP (derivado de la reglamentación LMDh) del Meyer Shank Racing, alineado en IMSA, el Campeonato de resistencia norteamericano, más un modelo que participó en la famosa carrera de montaña de Pikes Peak y finalmente un CR-V con un motor y una transmisión de Indycar. Los cuatro pilotos de F1 tuvieron derecho a dar algunas vueltas con uno de estos vehículos.
Si fue Yuki Tsunoda quien se encargó de hacer rodar el Indycar, Max Verstappen, por su parte, se permitió un pequeño momento al volante del Acura ARX-06. Una elección natural para aquel que a menudo expresa su deseo de hacer resistencia (en lugar de Indycar) una vez terminada su carrera en F1. El holandés pareció disfrutar de la experiencia al volante del prototipo de 680 caballos de fuerza para 1 030 kg. ¿Simple coincidencia o signo de los tiempos y del crédito de cada uno? Sergio Perez tuvo que conformarse con probar el CR-V, el coche menos atractivo del lote.