Max Verstappen tomó las riendas de Red Bull Racing la temporada pasada, tanto dentro como fuera de la pista. Se erigió como líder del equipo cuando la escudería atravesaba momentos difíciles. «Fue un proceso natural», dice Verstappen al respecto.
Max Verstappen: «Siempre es importante decir lo que va bien y lo que va mal, independientemente de cómo se desarrolle un fin de semana deportivo. Ahora lo hago más que antes, es lógico. Con el tiempo, conoces a más personas, conoces mejor al equipo, sabes quién es responsable de qué, adquieres más experiencia y entiendes mucho mejor lo que hace el coche y qué se puede ajustar. Eso es realmente un proceso natural. Y, por supuesto, debes tener conocimientos al respecto.»
– ¿Es difícil para ti ser a veces muy duro o muy directo y hacer que la gente dé un paso extra?
«No lo veo así. Es más una cuestión de ser claro el uno con el otro. Señalar lo que estuvo bien y lo que no, lo que necesita ser ajustado y lo que no. Siempre digo: si está bien, está bien y eso debe ser dicho. Pero si está mal, también debe ser dicho. Esto ciertamente también se aplica a mí. Si hago algo mal, definitivamente debe ser dicho.»
‘Mi padre lo lee todo’
– ¿Puedes manejar bien las críticas?
«¡Si están fundamentadas, por supuesto! Si alguien simplemente suelta algo sin pensar, no me sirve de nada. Pero eso tampoco me importa. No me aporta nada. Y muchas cosas que se escriben, simplemente las ignoro. Mi padre lo lee todo. Así que si necesito saber algo, se lo pregunto o él me lo cuenta.»
– ¿Se juegan muchos juegos mentales en la Fórmula 1? ¿O se hace política?
«Mucha política. Siempre. Pero yo no necesito eso.»
– Y provocaciones verbales. Dijiste una vez, después del GP de Japón: ‘Si hubiera estado en un McLaren, ya estaría en Tokio’.
«Jaja, ¡pero eso es un hecho! No es para provocar. Tampoco es algo inconsciente. Es simplemente un hecho. Y nadie tiene que estar de acuerdo con eso, pero es lo que pienso. Esa es mi opinión. Algunos no estarán contentos de escucharlo, pero ese no es mi problema al final. No lo digo para provocar o incitar a alguien, pero si me preguntan algo, normalmente simplemente respondo. Y sí, es un hecho.»
