Max Verstappen tuvo un primer día desafiante en Singapur, donde terminó en el decimoquinto lugar en la segunda práctica libre. Posteriormente, el holandés expresó claramente su insatisfacción con su rendimiento y su lucha con la falta de agarre. Para rematar, Verstappen recibió una sanción por su lenguaje inapropiado.
De la esperanza a la decepción
El día comenzó relativamente bien para Verstappen, quien terminó cuarto en la primera práctica libre, justo detrás de su competidor Lando Norris. Sin embargo, durante la segunda práctica libre, las cosas no fueron tan fluidas, siendo 1,3 segundos más lento que Norris, quien registró el tiempo más rápido. Solo unos pocos pilotos, específicamente los de Alpine, Stake y el recién llegado Colapinto, registraron un tiempo más lento que Verstappen.
El problema de agarre es el foco principal
A diferencia del año pasado, donde los baches y los bordillos fueron un gran desafío para Max Verstappen, esta vez es otro problema. «Los baches no eran realmente un problema. El nivel general de agarre es lo que nos preocupa. Se sentía difícil. No teníamos el agarre que necesitamos». Verstappen ha indicado que se necesitan ajustes en el coche para mejorar el rendimiento.
Sanción por lenguaje inapropiado
El día de Verstappen se complicó aún más por una sanción que se le impuso por un comentario inapropiado durante la conferencia de prensa. En una entrevista con F1TV, el holandés se negó a comentar sobre este asunto. «Sin comentarios», dijo Verstappen, claramente en desacuerdo con la decisión.