En lugar de ser polvoriento y seco, Las Vegas está húmedo en la previa al Gran Premio de este fin de semana. ¿Continuará así? ¿Y qué tipo de escenas extrañas ha provocado esta semana en la ciudad del desierto? El reportero Gerard Bos ofrece una mirada detrás de escena.
Es miércoles, día de medios en Las Vegas. Y está lloviendo. No es una lluvia ligera, sino una combinación de fuertes chubascos, con truenos y de vez en cuando un relámpago agudo que ilumina el cielo. La Fórmula 1 viaja por el mundo como deporte y todos están acostumbrados a algo. Pero aquí, en medio del desierto, se siente diferente. Se supone que en Vegas debe ser seco, incluso polvoriento. Sin embargo, hoy todo es diferente: las compuertas celestiales estadounidenses están abiertas.
La gente está preocupada. ¿Todo irá bien con el Gran Premio de Las Vegas? Algunos dudan abiertamente de ello. Esto tiene que ver con la semana pasada, cuando aquí tuvieron que lidiar con varias fuertes lluvias; mostraron la vulnerabilidad de la ciudad. Las calles estaban inundadas, el agua de lluvia no tenía a dónde ir y los casinos a veces incluso tenían techos con goteras.
Las Vegas puede ser la ciudad que parece hacer todo más grande, más rápido y más hermoso, pero el agua siempre proporciona una ‘verificación de la realidad’. Una fuerte lluvia es simplemente un enemigo que no saben bien cómo combatir aquí.
Mientras tanto, también se especula con cautela en el paddock. Pero el GP no se cancelará así como así. La mayor probabilidad de lluvia es durante la segunda sesión de entrenamientos libres, alrededor del 40 por ciento, según la predicción oficial del tiempo de la FIA. Así que no es tan malo después de todo.
Por lo tanto, es poco probable que haya una ruleta bajo la lluvia, aunque nunca se sabe. En Las Vegas suelen suceder cosas extrañas, al parecer.
