Lewis Hamilton se prepara para su primer Gran Premio en rojo Ferrari en el legendario Templo de la Velocidad. Sin embargo, el siete veces campeón del mundo llega a Italia con sentimientos encontrados. El fin de semana en Zandvoort, donde tuvo un accidente y derrapó dos veces en los entrenamientos, aún está fresco en su memoria.
«No es propio de mí cometer tales errores», admite sinceramente Hamilton. «Me siento mal por ello, pero afortunadamente recibo mucho apoyo del equipo. Al final resultó que mis errores fueron una combinación de factores, así que no todo fue culpa mía. Pero ciertamente en la carrera veo que estamos progresando, así que sigo siendo positivo sobre la dirección en la que nos estamos moviendo».
El británico está decidido a tener un mejor desempeño en Monza. Sin embargo, para él es un fin de semana lleno de incógnitas: es la primera vez que corre para Ferrari en el circuito que es un símbolo para los tifosi y el orgullo italiano. «No sé qué esperar porque nunca antes he conducido este coche aquí», dice Hamilton. «Pero Ferrari suele hacerlo bien aquí».
Un obstáculo adicional es una penalización de cinco posiciones en la parrilla que recibió en Zandvoort. «Para ser honesto, me sorprendió la penalización», confiesa. «Pero es lo que es. Esto supone un desafío adicional. Llegar a la Q3 en la clasificación ya es difícil, por no hablar de alcanzar el top cinco. Esta penalización está lejos de ser ideal para mi primera vez en un Ferrari en Monza, pero voy a luchar por ello».
