Al igual que en Mónaco, dos franceses volvieron a terminar entre los diez primeros. Con Isack Hadjar como habitual y, esta vez, Pierre Gasly justo detrás de él.
Unidos en su apoyo al PSG, que vieron juntos derrotar al Inter de Milán el sábado en la final de la Liga de Campeones, Isack Hadjar y Pierre Gasly permanecieron unidos en el circuito de Barcelona al día siguiente. Los dos pilotos terminaron uno detrás del otro, pero sobre todo en los puntos, la marca de un fin de semana exitoso que está empezando a convertirse en una costumbre para el clan azul.
De los tres franceses en la parrilla, no siempre son los mismos los que se divierten, y Gasly (8º el domingo) sucedió a Esteban Ocon, 7º en Mónaco y 17º en España. Sin embargo, una constante se destaca: cada vez, Hadjar está allí. En Cataluña, el piloto de Racing Bulls se apoderó del 7º lugar, lo que le da una colección de cinco top 10 en nueve carreras, e incluso tres consecutivos desde Imola.
Ya no es sorprendente verlo tan alto, él que nunca ha experimentado un fracaso en Q1 esta temporada y que sabe cómo ponerse en órbita para pasar buenos domingos. Sin embargo, sigue maravillándose de sus resultados, como si acabara de llegar. «Siempre es fantástico», apreciaba. «No necesariamente por los puntos, más por el hecho de tener una buena carrera. Y hemos tenido buenas últimas veces, así que estoy contento.»
Hadjar disfruta de todo. De la estrategia de su equipo, que diseña planes bien ejecutados en la pista. Del nivel de su coche, que sintió impulsado el domingo por «una ventaja de ritmo» en medio del pelotón. Y de las batallas que libra al volante, como en la primera vuelta donde luchó con Gasly y Fernando Alonso. Las buenas noticias se suceden. Su confianza ha subido tanto que ya no se pregunta si está al nivel de la F1: «Después de tener éxito en Mónaco, ya no tengo ninguna duda para la segunda parte de la temporada.»
Gasly se pregunta
En Alpine, Pierre Gasly conduce con más preguntas en mente. Aunque ha conseguido cuatro puntos, el normando ha detectado en este Gran Premio anomalías que le hacen cuestionarse el equilibrio de fuerzas. «Es un poco extraño. Los Sauber no parecían muy competitivos y ahora empiezan a adelantar a un Ferrari», observaba, pensando en el 5º puesto de Niko Hülkenberg, que terminó por delante de Lewis Hamilton.
El francés planteó la hipótesis del efecto de la directiva sobre la flexibilidad de los alerones delanteros, que afectaría más a los equipos de la parte trasera. Pero Gasly se preocupa sobre todo por Alpine, y este GP pasado sin beber, debido a un sistema de hidratación defectuoso, simbolizó la fuerza y la debilidad de su monoplaza: «En la clasificación, podemos estar allí. Pero en la carrera, siento que me falta un poco para luchar con los demás.» La rutina de los azules aún puede mejorarse.
