Fernando Alonso hace una crítica retrospectiva a la generación actual de coches de Fórmula 1. El español no está impresionado con el actual reglamento técnico, que se suponía que debía resultar en más adelantamientos y carreras más emocionantes. En particular, el peso y el tamaño de los coches modernos son motivo de insatisfacción para el español.
En 2022, los últimos bólidos de Fórmula 1 salieron a la pista. Se esperaba que estos coches pudieran seguirse más de cerca y que, por lo tanto, se produjeran más adelantamientos. Al principio, esto funcionó bastante bien, pero a medida que los equipos desarrollaban más sus coches, se volvía cada vez más difícil. Fernando Alonso indica que, por esta razón, no echará de menos esta generación de coches. «La expectativa de estas reglas era que estaríamos más cerca el uno del otro y que habría más acción en la pista, pero eso realmente no ha sucedido», dice Alonso en Las Vegas. «Quizás el primer año un poco, pero después ya no. Así que no creo que realmente vayamos a echar de menos estos coches».
Alonso critica especialmente el peso y el tamaño de los bólidos actuales. «Definitivamente creo que estos coches son demasiado pesados. Son demasiado grandes y con el ‘efecto suelo’ y las alturas de conducción actuales, estamos conduciendo de una manera que no es agradable de manejar y probablemente tampoco sea muy divertida de ver». El dos veces campeón del mundo espera no echar de menos esta generación de coches, aunque reconoce que los bólidos de la próxima generación probablemente serán más lentos. «No creo que vaya a echar de menos estos coches. Pero probablemente iremos más lentos el próximo año, y entonces quizás los echemos de menos cuando estemos conduciendo los nuevos coches, porque siempre queremos ser lo más rápidos posible».
Nuevo reglamento técnico
En 2026 se introducirá un nuevo reglamento técnico, que modificará tanto el chasis como el motor de los coches. De esta manera, la FIA espera hacer los bólidos más maniobrables y la conducción más agradable para los pilotos. Además, los coches serán más compactos: 200 milímetros más cortos, 100 milímetros más estrechos y 30 kilogramos más ligeros. Con estos cambios, la FIA intenta una vez más hacer las carreras más emocionantes y atractivas.







