El GP británico es un clásico que ha ganado enormemente en popularidad en términos de asistencia en la era post-corona. El año pasado, el evento de tres días en Silverstone atrajo a 480.000 aficionados. Sin embargo, la venta de entradas para este año se está estancando. Según el jefe del circuito, Stuart Pringle, esto se debe principalmente a la supremacía de Max Verstappen.
Hace dos años, se vendieron 142.000 entradas para el Gran Premio en tiempo récord. A pesar de todas las restricciones impuestas por el coronavirus en Inglaterra, el interés fue muy alto el año pasado. Gracias a todos los conciertos y otras actividades, casi medio millón de personas llenaron el circuito durante tres días.
El desafío de la próxima edición
Según el jefe del circuito, Stuart Pringle, es probable que esto no se repita en la próxima edición, que se celebrará en unas semanas. Todavía quedan muchas entradas sin vender, según le dijo a la revista británica Autosport. Y esto, según Pringle, no se debe solo a los altos precios de las entradas (un seguidor calculó en X que la carrera en Silverstone costaría más de 1500 euros para dos adultos y dos niños, sin incluir alojamiento y gastos de viaje).
«Si hay una gran posibilidad de que el mismo piloto siempre esté en el escalón más alto del podio y la emoción ya se ha ido, eso quita algo del brillo», opina el jefe del circuito, refiriéndose a Max Verstappen de Red Bull. Ganó nada menos que 19 de los 22 GP’s en 2023. Pringle: «El año pasado fue muy repetitivo porque un equipo dominó y esta temporada ha comenzado de la misma manera. Reconozco que hemos tenido años en los que un piloto británico (Lewis Hamilton) dominó, pero como organizador no nos importó tanto…».
El costo de asistir a un Gran Premio
Según Pringle, el hecho de que asistir a un Gran Premio, y no solo en Inglaterra, sea costoso hoy en día, es inevitable. «Podrías hacerlo más barato. Pero tenemos facturas caras (tarifa del titular de los derechos FOM) que tenemos que pagar».