«Lejos de las batallas en la pista, se libran guerras en las sombras entre los equipos. Los recientes rumores sobre una posible salida de Christian Horner de Red Bull demuestran que los golpes bajos no cesan.
Una semana después de la sorpresiva renuncia de Oliver Oakes, el jefe del equipo Alpine, surgió un nuevo rumor, justo cuando la F1 regresaba a Europa. Un eco en una revista italiana, complementado por el canal de noticias austriaco OE24, afirmaba que Christian Horner podría ser destituido de su cargo si los resultados de Red Bull en Imola no eran satisfactorios. Veinte años después del debut del fabricante austriaco en la F1, no destacar en el fin de semana de su 400º Gran Premio sería delicado. Despedir a su histórico jefe sería aún más.
Pero en la Fórmula 1, los sentimientos no existen. Solo importa el resultado. Y todo está permitido para conseguirlo. Incluso las maniobras más retorcidas.
Algunos equipos, a su regreso de Miami, enviaron una carta a la FIA para – oficialmente – pedir aclaraciones sobre las llantas que podrían, a alta velocidad, ser móviles y permitir la entrada de aire fresco (lo cual está prohibido) y otros detalles sobre las tomas de aire de los frenos. Catorce páginas para obtener respuestas sobre lo que es legal o no… y tratar de frenar a las monstruosas McLaren.
«Estos rumores no significan nada. Nos estamos centrando en el rendimiento y queremos mejorar el coche»
Y luego están estas bombas, lanzadas a distancia por la prensa. Ollie Oakes, que se creyó por un momento despedido, finalmente renunció a su puesto de jefe del equipo Alpine. El británico, anunciado en Dubái, como si estuviera huyendo, estaría en Inglaterra, e incluso se rumorea que estará en el paddock de F2 desde hoy, con su antiguo equipo Hitech, sospechoso de ser apoyado por el dinero del padre de Nikita Mazepin, oligarca ruso cercano a Vladimir Putin.
Fue precisamente en el momento del anuncio de su renuncia cuando surgió otro rumor, el de un posible reemplazo de Horner por el mismo Ollie Oakes (o por el recién retirado de Racing Bulls, Franz Tost, de 75 años). Bombas lanzadas para intentar desestabilizar. Basándose en el principio de que no hay humo sin fuego, el nombre de Oakes ahora está vinculado al de Mazepin, lo que no es la mejor garantía en la Fórmula 1 actual, y el de Horner se encuentra, un año después del escándalo que ocupó el inicio de la temporada, una vez más en la cuerda floja. Verstappen ha venido a desmentir estos rumores. «Honestamente, no tengo idea de dónde vienen», declaró el jueves. «No sé quién pudo haber hecho esto. Estos rumores no significan nada. Nos estamos centrando en el rendimiento y queremos mejorar el coche.» Red Bull llega este fin de semana con muchas novedades.
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