La cuenta regresiva para el GP de Holanda ha comenzado. En una serie de ocho partes, destacamos una historia especial sobre el Gran Premio de los Países Bajos cada día. Hoy, parte 1: Bernie Ecclestone mantiene a flote a Zandvoort.
Antes de que la Fórmula 1 regresara a Zandvoort en 2021, el último Gran Premio se corrió en el circuito de las dunas en 1985. Lo que siguió fue un período de bancarrotas, mantenimiento atrasado y disputas municipales. Pasarían años antes de que el Circuito de Zandvoort se recuperara.
A finales de los años ochenta, las dunas de Zandvoort estaban tranquilas. La Fórmula 1 había desaparecido en 1985 y estaba claro que no volvería. Lo que quedaba era una enorme deuda y un circuito que se deterioraba cada vez más. El municipio de Zandvoort, entonces propietario del circuito, no estaba dispuesto a invertir. Veía más potencial en la expansión del parque de bungalows cercano, Vendorado. Esto molestaba a Hans Hugenholtz Jr., hijo del ex director del circuito, Hans Hugenholtz, y él mismo un piloto competente, quien había dado cientos de vueltas en Zandvoort.
Paraíso acuático junto al mar
«Después del último Gran Premio, el municipio de Zandvoort quería vender una gran parte del terreno del circuito. El parque de bungalows debía expandirse, pero una gran parte del circuito de entonces tenía que dar paso a un gran paraíso acuático», cuenta Hugenholtz. «Eso es un poco extraño si estás junto al mar, pero al menos dejaba claro que el circuito era un hijo no deseado del municipio de Zandvoort». La piscina no se construyó, pero la expansión del parque de bungalows sí. Para la dirección del circuito, era una cuestión de adaptarse o morir: se debía buscar una alternativa para mantener el circuito.
A menudo se dice que la salida de la Fórmula 1 de Zandvoort fue el último clavo en el ataúd del circuito. Sin embargo, las conversaciones con los involucrados revelan que la decadencia comenzó mucho antes. Jim Vermeulen, director del Circuito Park Zandvoort desde 1981, vio los problemas financieros venir mucho antes. En una entrevista con motorsport.com, Vermeulen explica que ya durante los años en que la Fórmula 1 era anfitriona anual en las dunas, había problemas con la administración.
«Realmente, después del Gran Premio de 1981, no debería haber habido más Fórmula 1 en Zandvoort», dice Vermeulen. «Según las cifras oficiales, ese año cien mil personas asistieron a la carrera. Eso no coincidía en absoluto con los ingresos. Como mucho, eran la mitad. También había muchas personas que venían al circuito sin entrada y se colaban por debajo de una valla. Todavía me encuentro con gente que me dice que de esta manera han estado yendo al Gran Premio durante años sin pagar. Simplemente no lográbamos cerrar bien el circuito».
Ecclestone acude al rescate
Gracias a un acuerdo de pago con Bernie Ecclestone, Zandvoort pudo mantenerse a flote. Un año después, Zandvoort tuvo suerte cuando el titular de los derechos comerciales se quedó corto de una carrera en el calendario y financió el Gran Premio en los años siguientes.
Está claro: eran otros tiempos, también lo reconoce Hugenholtz. «¡No puedes imaginar algo así ahora, Ecclestone ofreciendo organizar un Gran Premio gratis!» Pero detrás de las escenas, los problemas apenas comenzaban. Las promesas financieras del entonces Ministerio de Cultura, Recreación y Trabajo Social (CRM) fueron obstaculizadas por el municipio, que además daba vía libre a los residentes que protestaban. Hugenholtz: «Ecclestone se enteró de esto y se preguntó por qué estaba pagando de su propio bolsillo una carrera que aparentemente no tenía apoyo. Por lo tanto, no sorprendió a nadie que en 1985 se celebrara el último Gran Premio».
