Liam Lawson dice estar «extremadamente sorprendido» de que la federación mexicana de automovilismo le culpó del incidente con los comisarios durante el GP de la Ciudad de México. El piloto de Racing Bulls apenas pudo evitar a dos comisarios que se precipitaron a la pista en las primeras vueltas. La federación afirmó que no había frenado lo suficiente, algo que la FIA refutó más tarde. A pesar de esto, Lawson encuentra sorprendente que se le reprendiera de esta manera.
Después del GP de la Ciudad de México, las imágenes desde el coche de Liam Lawson se volvieron virales. Tras el caos en la primera vuelta, el neozelandés entró a boxes para cambiar los neumáticos y el alerón delantero. Cuando volvió a la pista, se encontró con dos comisarios que estaban recogiendo los escombros en el circuito. Lawson tuvo que esquivarlos para no golpearlos. «Podría haberlos matado», exclamó asombrado. La FIA inició una investigación sobre el incidente más tarde.
Al día siguiente del incidente, la federación mexicana de automovilismo acusó a Lawson de no haber frenado lo suficiente. La FIA lo defendió y exoneró al neozelandés de cualquier culpa. Según la organización, había «frenado adecuadamente» y «reaccionado correctamente» a las banderas amarillas dobles que se agitaban en el sector en cuestión. Antes del fin de semana de carreras en São Paulo, expresó su agradecimiento por el apoyo de la FIA.
‘Elegí deliberadamente una línea más amplia’
«Estaba enormemente sorprendido cuando todo esto salió a la luz», respondió Lawson a Sky Sports. «Por eso estaba muy agradecido de que la FIA respondiera. Obviamente, habían investigado a fondo, junto con el equipo. Tienen todos los datos del coche, así que su declaración fue factual y clara. Honestamente, sigo sorprendido de que la federación mexicana pueda decir algo así sin una investigación adecuada».
Lawson explicó que deliberadamente no hizo movimientos bruscos de dirección cuando vio a los comisarios correr. «Algunas personas podrían esperar que te desvíes mucho en una situación así, pero por supuesto no sabía en qué dirección iban a ir», dijo. «Supuse que, siempre y cuando mantuviera mi línea, seguirían corriendo en la misma dirección. Si me hubiera desviado, podría haberlos asustado. Al final, elegí deliberadamente una línea más amplia. Eso es lo que pasó, y eso es lo que se confirmó en la investigación»
