¿Cómo fue para el actual piloto de Haas, Esteban Ocon, ver a su predecesor Romain Grosjean volver a ponerse al volante de un monoplaza de Fórmula 1? El equipo estadounidense permitió al piloto franco-suizo volver a subirse al coche de Haas cinco años después de su terrible accidente en el GP de Bahrein 2020. «Fue increíble estar allí», cuenta Ocon.
Cinco años después de su terrible accidente en el GP de Bahrein 2020, Romain Grosjean volvió a subirse a un coche de Fórmula 1 el pasado viernes. El piloto franco-suizo escapó de la muerte por poco aquel día en 2020. Su coche de Haas se partió en dos después de su accidente – un impacto de 67G – en las barreras durante la vuelta inicial. El coche se incendió inmediatamente. Afortunadamente, Grosjean pudo escapar de las llamas y, milagrosamente, solo sufrió quemaduras en las manos.
Día familiar
Después del accidente, la carrera de Grosjean en la Fórmula 1 terminó. El piloto se pasó a la IndyCar, pero la categoría reina seguía siendo un capítulo pendiente para él. Hasta la semana pasada. Grosjean tuvo la oportunidad de volver a subirse al Haas una vez más durante una jornada de pruebas en el circuito de Mugello en Italia. «Fue increíble», recuerda Esteban Ocon en Singapur. «Casi todos los empleados de Haas estaban allí, fue como un día familiar. Todos estaban allí para ver a Grosjean conducir, y fue un día lleno de alegría y emociones.»
«Estoy contento de haber estado allí», continúa Ocon, quien elogia a su predecesor por sus vueltas en Italia. «¡Romain no ha perdido nada de sus habilidades! Enseguida cogió el ritmo y recordaba todo sobre el volante. Por supuesto, solo han pasado cinco años. Fue sin duda un gran día para nuestro pequeño equipo. Somos una gran familia y, aunque han pasado cinco años, el equipo no ha olvidado que Romain estuvo allí desde los primeros días de Haas. Fue muy especial.»
