El ex comisario de la FIA, Tim Mayer, presentó el viernes su candidatura a la presidencia de la FIA. Tras ser destituido de su cargo el año pasado, el estadounidense concluyó que la federación de automovilismo, bajo la dirección del actual presidente Mohammed Ben Sulayem, ha creado principalmente una ilusión de progreso. Mayer habla de un «liderazgo fallido» y hará campaña en los próximos meses en los clubes de automovilismo afiliados para las elecciones de diciembre.
Como un político estadounidense consumado, Tim Mayer habló con la prensa el viernes en Gran Bretaña. En la previa del GP de Silverstone, se postuló oficialmente para la presidencia de la FIA. «Una tarea hercúlea», como él mismo la llamó, pero también un paso importante hacia una federación de automovilismo más saludable. «Las decisiones que se han tomado en los últimos meses benefician principalmente al poder establecido», explicó. «Nuestra tarea es llegar a los 245 clubes afiliados y explicar por qué somos la alternativa correcta».
Ilusiones
Mayer lanzó directamente un ataque contra su oponente, Mohammed Ben Sulayem. «Se crea una ilusión de progreso, una ilusión de buen liderazgo, mientras que todo el equipo senior de Ben Sulayem se ha ido», afirmó. «Se habla de inclusividad, pero se evita a las mujeres y a las personas de diversos orígenes. ¿Y qué hay de la transparencia? La toma de decisiones se ha centralizado aún más, y los oponentes son castigados. Por último, y quizás lo más preocupante, se mantiene la ilusión de integridad. Durante varias asambleas generales, los estatutos se han modificado bajo el pretexto de progreso, cuando en realidad se trata de la mayor centralización de poder en la historia de la FIA».
Ex comisario de la FIA
Al preguntarle cómo ve su despido como comisario de la FIA, Mayer respondió: «Por supuesto, fue decepcionante. He tenido la oportunidad de trabajar en muchas ramas del automovilismo dentro de la FIA, pero eso no es lo importante. Me tomé el tiempo para reflexionar sobre nuestra organización. Lo que he aprendido a lo largo de los años es que un líder debe apoyar a su gente. Lo que veo ahora es un liderazgo fallido. No quiero venganza, sino ver qué podemos hacer mejor como organización».
Después de su salida de la FIA, Mayer ya había criticado abiertamente al presidente Ben Sulayem. En una entrevista con la BBC, afirmó que el emiratí ‘impone su propia opinión’ y quería involucrarse activamente en las directrices y sanciones en la Fórmula 1. Como ejemplo, mencionó la campaña personal de Ben Sulayem contra los pilotos que usaban palabrotas en los medios. «Técnicamente, sí, las palabrotas no están permitidas», dijo Mayer en ese momento. «Pero me pregunto si deberíamos castigar a los pilotos por unas pocas palabras fuertes».