Ser visto y ver, eso es lo que importa en el Gran Premio de Mónaco. Eso es lo que yo, un novato en este famoso evento, había pensado. Sin embargo, los megalómanos del mundo logran superar mis más audaces expectativas. Así, un coche de lujo y un superyate, emblemas del estilo de vida de Mónaco, se combinan para la máxima exhibición de riqueza. Como dicen, siempre hay un pez más grande.
Imagínate que eres un ávido coleccionista de McLaren. Tienes una cuenta bancaria bien surtida y compras regularmente al fabricante de automóviles británico. Como buen cliente, tienes todos los ‘modelos básicos’ en tu garaje, probablemente en versión coupé y descapotable. Además, te has permitido el lujo de adquirir los coches más especiales. Y sí, por supuesto que optaste por ruedas especiales, una pintura única y todas las opciones de carbono que el concesionario pudo imaginar. Todo para ganar popularidad entre los clientes de McLaren.
Ha funcionado. Tú, junto con otros veinticuatro fieles clientes de papaya, has sido seleccionado para comprar un McLaren Solus GT. Porque así es como funcionan las cosas hoy en día con los fabricantes de coches deportivos. Con el Solus GT, te llevas a casa uno de los coches más exclusivos que los británicos han fabricado jamás. Un verdadero monoplaza, equipado con un motor V10 de más de 800 caballos de fuerza, destinado a llevar la verdadera experiencia de la Fórmula 1 al hombre común. ¿Existe un coche mejor para las calles de Mónaco?
La respuesta es sí. Porque tu nuevo McLaren Solus GT es tan extremo que no se permite en la vía pública: los veinticinco modelos solo pueden usarse en el circuito. ¡Así que no hay desfiles alrededor del Casino de Monte-Carlo! ¿Cómo vas a demostrar que has gastado (no te asustes) 3,5 millones de euros en un coche nuevo?
Los límites del circuito
Uno de los ricos que realmente ha podido comprar un Solus GT ha encontrado una solución, como descubrí durante mi primer paseo por el paddock de la Fórmula 1. Desde la casa flotante de Red Bull, tienes vistas al puerto deportivo de Mónaco, un lugar hermoso para admirar el principado. ¿Lo que llama la atención de inmediato? Un McLaren Solus GT, estacionado en la plataforma de helicópteros de un superyate. Así que todo Mónaco puede disfrutar de este coche extremo y el propietario obtiene la máxima puntuación en lujo y opulencia.
En medio de todo este ‘ver y ser visto’, también se corre en Mónaco. En el estrecho circuito de calles, esto sucede en el filo de la navaja: se trata de mostrar coraje y buscar los límites de la pista. Esto también se aplica al reportero que suscribe. Cuando camino alrededor del circuito durante la segunda sesión de entrenamientos libres, la barrera de seguridad es lo único que me separa de veinte coches de Fórmula 1 rugiendo. Miro por una rendija y veo a Max Verstappen y compañía acercándose a mí a velocidades aterradoras. ¡Qué experiencia! Eso es algo que el propietario de ese exclusivo McLaren no experimentará este fin de semana. Jefe sobre jefe.
