Max Verstappen se prepara para competir este fin de semana en Imola en el GP de Emilia-Romagna. El cuatro veces campeón del mundo lleva tres carreras consecutivas sin ganar y en la última competición en Miami ni siquiera logró subir al podio. Incluso en la primera carrera en suelo europeo, el éxito no está garantizado. Mientras Red Bull ya tiene motivo para celebrar en Imola, Verstappen explica cuál será su mayor desafío.
«Fue bueno tener un fin de semana libre antes de comenzar otra vez con una triple cabecera«, dijo Max Verstappen en un comunicado oficial. «La semana pasada trabajé con el equipo en la fábrica y en el simulador, lo cual fue beneficioso». Además, el holandés también viajó de ida y vuelta al Nürburgring para hacer algunas vueltas de prueba en un coche GT3, pero eso lo deja atrás, con la vista puesta en la Fórmula 1.
Imola icónico
«El equipo ha trabajado muy duro y tendremos que empezar rápido. Imola es realmente old school, un circuito icónico», explicó Verstappen. «Es muy técnico, por lo que siempre disfruto corriendo aquí. Sin embargo, es difícil adelantar aquí, por lo que la clasificación es crucial». Queda por ver si Verstappen puede lograr un tiempo monstruoso el sábado, al estilo de Suzuka. Sin duda, los dos pilotos de McLaren le desafiarán por el primer puesto en la parrilla de salida.
Finalmente, el piloto de 27 años también reflexiona sobre el hito que el equipo Red Bull alcanzará este fin de semana. «Imola será la carrera número 400 del equipo», destacó orgulloso Verstappen. «Hemos hecho muchas cosas de las que podemos estar orgullosos a lo largo de los años. Se han roto tantos récords. Es increíble ver lo que el equipo ha construido, pero también seguir empujando para lograr aún más éxitos», concluyó, ansioso por una nueva victoria.
