El título de constructor se le escapó a Ferrari por poco. Pero desde su llegada a Maranello hace dos años, la mano de Fredéric Vasseur, francés al servicio de Italia, es visible. Una entrevista con el destacado jefe de equipo.
Llevas casi dos años en Maranello, el equipo ha cambiado bastante y los resultados están empezando a llegar. ¿Cuánto se acerca Ferrari a cómo quieres que sea el equipo, cuántos cambios aún deben implementarse?
«Siempre se necesitan cambios, eso está en el ADN de nuestro deporte. Siempre quieres hacerlo mejor, siempre quieres progresar y siempre hay cosas que puedes mejorar. Personalmente, siempre tengo suficientes ideas sobre dónde y qué se puede mejorar. También tenemos que contratar a suficientes (empleados, ed) y ese es el enfoque; es la motivación que siempre quiero tener, porque esa es la clave para un mejor rendimiento.»
Has estado en el deporte de automovilismo por mucho tiempo, entonces sabías más o menos lo que te esperaba cuando comenzaste en Ferrari. Sin embargo, más allá del efecto deportivo, ¿te sorprendió un poco el impacto de ser el jefe de equipo de Ferrari en tu vida personal, en la forma en que la gente te reconoce en Italia y en otros lugares?
«Sí, y lo sabía porque, como dijiste, lo esperaba. Lo que me sorprendió es que este impacto se me describió como una enorme presión, pero yo lo veo como una enorme cantidad de entusiasmo a mi alrededor, a nuestro alrededor. Noté que la gente es muy positiva, muy solidaria. No de una manera fanática, sino que realmente quieren apoyarnos, ayudarnos. Siempre tienen palabras amables para nosotros, y cuando, por ejemplo, era hora de ir a Monza, algunos incluso nos trajeron flores, lo que encontré muy conmovedor. Para mí, en cualquier caso, es una gran fuente de motivación, no una presión innecesaria.»
¿Cómo manejas la falta de privacidad y anonimato que viene con el trabajo?
«Sí, eso viene con el territorio, pero honestamente, no es que tenga la oportunidad de pasar mucho tiempo en casa, así que no me molesta mucho», se ríe Vasseur.
