Luca de Meo, CEO de Renault, ha sido extremadamente crítico con el equipo de Alpine, que forma parte del gigante automovilístico francés. Recientemente, Renault anunció que dejará de producir motores de Fórmula 1, para gran pesar del personal de la fábrica en Viry-Châtillon. De Meo justifica su decisión argumentando que Alpine ha rendido muy poco en los últimos años. «El equipo se está ridiculizando», afirma el italiano.
«Es un tema muy emocional, también para mí», dijo De Meo al periódico deportivo francés L’Équipe. «Me causa mucho dolor, pero este es el resultado de meses de observación. En mi trabajo, sin embargo, no puedo pensar como un fan. Soy un gerente. Estoy al frente de una empresa cotizada. Desafortunadamente, eso significa que debo reconsiderar el proyecto de Fórmula 1 para poder ganar.»
El CEO de Renault expresa su preocupación por el rendimiento del equipo
«Por lo tanto, debes considerar qué puedes cambiar a corto plazo», continuó el CEO de Renault con un tono serio. «El equipo se ha vuelto invisible en los últimos años. Dos años más así y todo el proyecto se habría salido de control», se refirió a los decepcionantes resultados de los últimos años. «Hemos estado en declive durante tres temporadas. Algo realmente tenía que hacerse al respecto. Y afortunadamente, la mayoría de los fans vienen por el equipo de carreras, no por el motor.»
‘Alpine se está avergonzando a sí mismo’
Luca de Meo también afirmó que Alpine ha producido muy poco en los últimos años para poder mantener su propia fábrica de motores. La instalación de Renault en Viry-Châtillon se está convirtiendo en un ‘centro de tecnología para automóviles de calle’ por esta razón. «Alpine está en un bache», explicó. «Mis accionistas también lo ven, el equipo no está generando dinero. Con P16 y P17, simplemente nos estamos avergonzando a nosotros mismos. El famoso lema ‘el marketing lo pagará todo’ tampoco se aplica».
Las nuevas regulaciones del motor para 2026 son un gran gasto para la empresa
Finalmente, el jefe de Renault señaló que las nuevas regulaciones del motor para 2026 son un gran gasto para la empresa. «Prefiero comparar las nuevas regulaciones con una especie de Frankenstein, un compromiso entre las demandas de cada fabricante», concluyó. «Como resultado, los costos de desarrollo han aumentado exponencialmente. Tenemos en cuenta las futuras regulaciones del motor, pero también queremos poder centrarnos en otros proyectos».