Red Bull se muestra optimista sobre el progreso de su proyecto de motor. El equipo austriaco comenzará a producir sus propios motores a partir de 2026, poniendo fin a su colaboración con Honda. Según el ingeniero de Red Bull, Paul Monaghan, la cooperación entre las diferentes divisiones de Red Bull en la preparación para el cambio de 2026 ha sido excelente hasta ahora.
Red Bull comenzó a trabajar con Honda en 2019. La colaboración entre ambas empresas ayudó en parte a Max Verstappen a ganar sus títulos mundiales. A partir de 2026, Red Bull fabricará sus propios motores, con la ayuda de Ford de Estados Unidos, lo que pondrá fin a la asociación con Honda. A pesar del gran éxito con Honda, el ingeniero de Red Bull, Paul Monaghan, está seguro de que el equipo puede alcanzar mayores alturas con total independencia.
Gratitud a Honda y nuevos desafíos para Red Bull
«Estamos muy agradecidos con Honda por todo lo que han hecho por nosotros, pero ahora todos estamos bajo una misma empresa», explica Monaghan a PlanetF1. «Si queremos ser lo más fuertes posible en 2026, tenemos que hacer que este proyecto funcione. Así que los desafíos están ahí, pero también tenemos la oportunidad de hacer un trabajo al menos tan bueno, si no mejor, que el que hicimos con Honda».
Reglamento 2026
No solo Red Bull, bajo el nombre de Red Bull Powertrains, producirá los motores completamente por sí misma a partir de 2026, sino que estos motores también tendrán que cumplir con un nuevo conjunto de reglas. En 2026 entrará en vigor un nuevo reglamento. «Si lo ves como un equipo más un proveedor de motores, entonces el hecho de que se aplique un nuevo conjunto de reglas solo lo hace más complicado», admite Monaghan.
Sin embargo, el británico confía en que todo saldrá bien. «El trabajo que he visto entre el lado del chasis de Red Bull y el lado de Powertrain de Red Bull es tan bueno, si no mejor, que lo que he visto con cualquiera de nuestros proveedores de motores. Creo que todos lo abordaremos con ambas manos. El proyecto tendrá sus días difíciles y sus días buenos», concluye el ingeniero.
